Cómo lidiar con la insubordinación en el trabajo:
Descubre las mejores estrategias para identificar, prevenir y tratar la insubordinación en el trabajo.
Reconocer la insubordinación en el lugar de trabajo.
Entiende qué es la insubordinación.
La insubordinación se refiere a cualquier instancia en la que un empleador o gerente da una instrucción y el empleado reconoce esa instrucción, pero no completa la tarea.
A menudo, la insubordinación se confunde con la mala conducta o insolencia. La insolencia ocurre cuando un empleado se burla, insulta, falta el respeto o muestra un comportamiento inapropiado similar hacia un gerente o supervisor. La mala conducta ocurre cuando el comportamiento del empleado es delictivo, acosador o poco ético.
La insubordinación puede ir acompañada de mala conducta o insolencia, pero estos términos no son intercambiables.
Identificar la insubordinación en el trabajo.
La insubordinación puede tomar muchas formas en el trabajo, lo que a veces hace que sea difícil de identificar. Negarse a llevar a cabo los deberes descritos en un contrato o descuidar el registro del tiempo dedicado a una tarea, puede considerarse un acto de insubordinación. Los comentarios y gestos irrespetuosos, así como otros comportamientos insolentes, pueden acompañar a la insubordinación, pero no siempre es así.
Comunicación clara y profesional.
Informarle a los empleados que su conducta es inaceptable.
Sé lo más claro posible, para evitar dudas o malentendidos. Cuando ocurra una insubordinación, indica que este tipo de comportamiento es inaceptable y opuesto a la política de la empresa.
El comportamiento insubordinado puede sentirse irrespetuoso e incluso intimidante. No caigas en la tentación de responder con un comportamiento similar. Mantén la calma. Si las cosas se agravan, retírate de la situación y continúa la conversación en otro momento.
Si hay otros compañeros de trabajo alrededor, puede que no sea prudente abordar el comportamiento insubordinado en este entorno. Dicho esto, asegúrate de hacer un seguimiento más temprano que tarde.
Tratar de entender el problema.
Programa una reunión inmediatamente después del incidente, con un representante de Recursos Humanos externo, si es posible. Trata de comprender qué condujo al comportamiento desde el punto de vista del empleado, y determina si el problema se puede resolver o si fue simplemente un malentendido.
Permíteles a todos la oportunidad de hablar durante la reunión, y asegúrate de que todos se sientan escuchados.
Desarrollar un plan para evitar futuros problemas.
Mantener los canales de comunicación abiertos.
Al tener una relación abierta y comprensiva con los empleados, podrás identificar problemas más pequeños antes de que se conviertan en instancias de insubordinación. La insubordinación puede deberse a una falta de comunicación no controlada, así que asegúrate de escuchar a tus empleados.
Si bien las reuniones cara a cara son excelentes, fomenta la comunicación regular entre los empleados y sus superiores a través de otros canales. No esperes hasta la reunión semanal del equipo para despejar dudas; los malentendidos pueden convertirse en una bola de nieve si no se abordan con prontitud.
Explicar las consecuencias de infracciones adicionales.
Explica lo que dice el "Manual del empleado" con respecto a la insubordinación, y cuáles son las consecuencias, incluidas medidas disciplinarias y despido.
Documentar oficialmente el incidente.
Documenta el incidente con un "Formulario de redacción". Incluye una descripción fáctica del incidente, junto con un plan de mejora y las consecuencias de infracciones adicionales. Haz que el empleado, o un testigo, lo firme. No olvides firmarlo tú también.
Llevar a cabo tus planes.
Trabaja con el empleado para mejorar su comportamiento y comunicación y, si es necesario, continúa leyendo los siguientes pasos si el comportamiento no mejora.
El no llevar a cabo los planes y procedimientos puede hacer que los empleados pierdan su fe en ti, así que haz de esto una prioridad.
Implementar medidas preventivas.
Desarrollar políticas claras de la empresa sobre la insubordinación.
Define la insubordinación en la política de tu empresa y describe las consecuencias de la misma. Asegúrate de que todos los empleados entiendan qué es la insubordinación y que sean conscientes de las repercusiones.
Establecer límites.
Asegúrate de establecer límites al contratar nuevos empleados, para que sepan lo que se espera de ellos y estén familiarizados con cómo deben de comportarse con sus superiores y otros colegas.
Crear límites donde antes no los había puede ser complicado, especialmente con colegas que tienen patrones establecidos. Una clara estructura y comunicación ayudarán.
Comprobar el comportamiento insubordinado desde el principio.
La insubordinación puede crecer sin restricciones si se ignora, así que asegúrate de identificar y abordar los casos de insubordinación tan pronto como surjan. Comienza con recordatorios suaves y aumenta la severidad del castigo si el comportamiento desfavorable no para. Comprender las ramificaciones de la insubordinación puede evitar que los trabajadores se vuelvan insubordinados.
Implementar incentivos para levantar la moral.
Los empleados que se sienten valorados son menos propensos a sembrar disidencia o crear confusión en el lugar de trabajo. Por lo que, recomendamos establecer programas de recompensa y reconocimiento para empleados y pago de incentivos para recompensar el buen trabajo y mostrar tu apreciación.
¿Cuáles son las consecuencias de la insubordinación en el trabajo?
Los empleados que se nieguen a realizar las tareas requeridas tendrán un efecto negativo en el trabajo y, en última instancia, le costarán tiempo y dinero a la empresa. A continuación, se enumeran algunas de las consecuencias de la insubordinación.
- Tasas de producción más bajas.
El personal que no cumpla con sus responsabilidades reducirá la producción general de una empresa u organización. La insubordinación sin control puede resultar en terminaciones costosas y altas tasas de rotación.
- Un lugar de trabajo insalubre.
Un empleado insubordinado también puede hacer que otros colegas se sientan miserables. Cuando un trabajador no completa las tareas requeridas, es posible que otros miembros del equipo deban hacer trabajo adicional, lo que genera un mayor estrés y una moral más baja. Es menos probable que los trabajadores descontentos colaboren o crezcan.
- Pérdida de clientes.
Un empleado que se niega a cooperar con la gerencia puede entregar productos de mala calidad o brindar un mal servicio al cliente, lo cual puede alejar a los clientes leales. Es menos probable que un cliente que ha tenido una mala experiencia con una empresa los recomiende, lo que también le costará clientes potenciales.
- Conflicto en el lugar de trabajo.
Los empleados insubordinados son a menudo los instigadores de varios conflictos en el lugar de trabajo. Los miembros del personal que no cooperan crean un desequilibrio que podría causar agitación o ansiedad entre los trabajadores.
- Daño a la marca.
Un empleado insubordinado puede difundir rumores, filtrar información confidencial o hacer declaraciones perjudiciales sobre tu marca. Arreglar tu reputación, especialmente cuando se hacen malas críticas y comentarios difamatorios en plataformas donde no se pueden eliminar, puede ser una tarea difícil y costosa.
Millennials en el lugar de trabajo